English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

lunes, 4 de febrero de 2019

Capítulo VI



  Yo estaba destrozada y comencé a llegar tarde a mi trabajo deje de cumplir con lo que tenía que hacer, estaba tan deprimida que a veces no iba a trabajar, y cuando iba no hacia bien mi trabajo. Me había convertido en una completa irresponsable, pero yo no podía evitarlo me sentía tan mal, deje de alimentarme bien, baje de peso, enferme.
Tuve que ir al médico.

Luego fui al psicólogo, asistía frecuentemente; mejoraba luego recaía y así pasaba siempre.
Nada me calmaba, nada me ayudaba, cada día estaba peor, lo único que me aliviaban un poco eran los antidepresivos. Pero termine haciéndome adictiva a ellos.

Me sentía más sola que nunca y muy frecuentemente venia a mí el recuerdo de mis padres lo cual me hacía sentir peor. Aby mi mejor amiga se había regresado a Paraguay.
No tenía nada… solo quería cerrar los ojos, dormir y nunca despertar. Sentía que lo había perdido todo y extrañaba demasiado a mis padres.

Hablaba por teléfono con Aby y recuerdo que ella me decía:
-Vamos Fiore vos podes, no te dejes derrumbar, seguí adelante vos podes, se fuerte. Deja eso atrás, déjale que ya es pasado…

Pero aun con las muchas palabras de aliento para mí era difícil, no porque no pudiera. Sino por mi actitud, porque era yo la que me negaba a dejar todo atrás, era mi actitud… actitud y carácter era lo que me faltaba. Yo no ponía de mi parte, me había estancado a ser el mártir.
Creía que ahí se acababa el mundo.

Como era de esperarse me despidieron y ya había gastado casi todos mis ahorros en medicamentos, hospital y sesiones al psicólogo.
Y luego desempleada y sin buscar trabajo, encerrada en mi cuarto día y noche gastando lo poco que tenia, me quede sin nada. Se llego el recibo de la luz, el agua y la mensualidad del apartamento. Yo estaba quebrada, ya ni siquiera tenía para comprar comida. No tenía a quien recurrir, mis tíos apenas tenían para ellos. No podía ser injusta y pedirles ayuda, ellos no debían enterarse de mi situación.

Y no tenía ni amigos, nadie que me apreciara lo suficiente como para ayudarme, ya que siempre había sido una caja cerrada, tan introvertida que jamás socialice con nadie como para crear una amistad, una verdadera amistad.

En el trabajo que antes tenía, había una compañera de trabajo llamada Walquiria que siempre se portaba atenta conmigo y cuando se entero de mi situación me abrió las puertas de su casa. Yo ya no tenía nada todo lo que tenía en el apartamento me lo habían decomisado como pago a lo todo lo que debía. Todo lo que había logrado con mi sudor durante varios años lo había perdido, yo lo había dejado perder.

Walquiria me ayudo tanto, sin reclamarme nada, sin reprocharme, sin cobrarme. Me ayudo tan solidariamente que creo que nunca podre pagarle todo lo que hizo por mí.
Hizo más que darme un techo y comida. Me dio apoyo, comprensión y amistad de manera desinteresada. Ella sabía muy bien que yo no tenía con que pagarle pero aun así no me abandono. Aby tampoco lo hizo.

Yo intente conseguir trabajo pero me fue muy difícil, no tenía buenas referencias de mi último empleo; Aby solía ayudarme enviándome un poco de dinero el cual servía para ayudarle a Walquiria a comprar la comida. Pero pasaron 2 semanas en las que no supe nada de ella, cuando un día me llamo y sin rodeos me dijo:

-Vente conmigo a Paraguay
<<Yo me impresione mucho ¿Irme? Tan lejos>>
-Ya tengo todo listo dijo ella, solo tramita tus papeles.
<<Por un momento creí que bromeaba, pero no era así, hablaba en serio>>
-Vuelve a comenzar acá.

Así fue, me fui a Paraguay.
Walquiria me acompaño al aeropuerto; me despedí y le agradecí a ella todo lo que hizo por mí.

Pronto me encontraba de camino a un nuevo país totalmente desconocido para mí.
Al llegar Aby estaba esperándome, me llevo a su casa en la cual sus padres me recibieron alegremente.
Me pidieron los acompañara todos los días a un souvenir que tenían.

Aby trabajaba en otro lugar. Mientras ella trabajaba yo estaba con sus padres en el souvenir.

Capitulo V


                                                              
 Un día recibí una llamada telefónica era Andrés. Me decía que al siguiente día cumplíamos 2 años de estar juntos y que deseaba salir a cenar conmigo.
Me pidió que por favor llegara a su casa que su madre quería saludarme, yo felizmente acepte. Ya que yo no le agradaba mucho a su madre, estaba contenta de que ella quisiera verme. Le compre un obsequio y al siguiente día me dirigí a su casa.

El abrió la puerta para que entrase, pero estaba un poco extraño ni siquiera me saludo y estaba muy serio, me pidió que me sentara dijo que iba a buscar algo que ya regresaba. Al cabo de unos minutos regreso traía una caja roja en sus manos pero estaba demasiado serio, yo le sonreí y le dije:

-Te traje algo mi amor
<<el hizo un extraño gesto como si no le importara, parecía estar molesto>>
-¿Amor te pasa algo?
-¿Que tendría que pasarme?
-No lo sé por eso te pregunto ¿estás molesto?
-¿Porque tendría que estarlo?
-Amor dime ¿qué te pasa?
-No me pasa nada
-Pero no parece así, hay mi amor yo deberás que quiero entenderte, pero a veces no puedo, deberás que a veces no te comprendo. Te comportas de una manera... que no entiendo. De nada te molestas.
-Y si no me entiendes ¿Porque sigues conmigo?
-Amor ¿qué te pasa? Sabes que estoy contigo porque te amo.
-Que quieres que te diga.
-La verdad Andrés, me hiciste venir aquí para ¿esto? Para discutir. Pensé que esto ya se había acabado.
-No, no fue para eso
-¿Y entonces?
-Para devolverte algunas cosas y decirte que te vayas de mi vida.
-¿Qué?
-Que terminamos ya no eres más mi novia.
-¡Que! Hay no amor, otra vez en este juego; ¡ya no!, se suponía que ya no íbamos a seguir en este juego tonto.
-Yo no estoy jugando, esta vez es definitivo
-Pero ¿porque?
-No te voy a dar explicaciones
-Al menos dime,  porque no entiendo
- No me importa si entiendes o no, lo que quiero es que te quede claro que se acabo
-Amor ya he sufrido bastante con este juego, ¡por estas tonterías!
-porque tu quieres...
-No digas eso me estás haciendo sentir mal, hay no ya Andrés... no puedes estar haciendo esto conmigo cada vez que se te antoje. Dime ¿qué te pasa?
-Es que ¿no entiendes verdad?
-Como quieres que entienda si no me dices nada, ¡dame una explicación!
-No. Dijo más serio que nunca.
-pero ¿porque no?  Grite llorando
-Mira Fiorela yo lo único que quiero es que te largues de mi vida y que a mi casa no vuelvas nunca.
-No... Andrés no me dejes, no me dejes, no por favor no.
  No lo hagas, ¡YO TE AMO!
-yo también, pero ya no quiero esto
-Entonces ¿porque lo haces?
-Ya no insistas, ya te dije que ¡no!
-Por favor, al menos dame una razón porque no entiendo
-¿Realmente crees que te voy a decir?
-Si
-Ya no insistas pierdes tu tiempo y me estás haciendo perder el mío
-Sabes que me estas matando con ¡esto!
-Nadie se muere de amor Fiorela
<<yo no paraba de llorar y él ni siquiera me veía, ya no podía hablar tenía un nudo en la garganta, solo lloraba, lloraba como nunca  y a él no le importaba no se conmovió ni un poco, llore hasta sentir que se me derretía el alma>>

-Andrés...
-Ya vete. Me dijo
-Estás seguro que deseas que me vaya
-Si
-Vete de mi casa y llévate esto yo no lo quiero
<<ahí me entrego las cartas de años, desde que nos conocimos. Los obsequios, las fotografías todas en la caja roja fue horrible, sentí en carne propia el más horrible desprecio, y solo lloraba, pude haberle gritado miles de groserías pero no lo hice solo le pregunte>>

-¿Ya no quieres estar conmigo?
<<el no contesto y desvió la mirada>>
-¿Ya no quieres estar conmigo Andrés?
<<el guardo silencio unos segundos y con la mirada fija hacia otro lugar dijo duramente:>>
-No
-¿Estás seguro?
<<Volvió a guardar silencio y yo volví a repetir la pregunta >>
-Sí. Contesto él.
<<yo llore aun mas, me habían arrancado el corazón de una vez, me habían herido el alma permanecí llorando pero tome fuerzas y dije lo más duro que he dicho en toda mi vida >>

-Yo no te quiero a la fuerza. Dije llorando y continúe diciendo. Pero tengo algo más que decirte.
-Ya no te quiero escuchar
-Déjame... decirte dije llorando
-Fiorela ya...
-Escúchame... quiero que sepas que te amo con toda mi alma pero ya me canse de tu inmadurez y… yo… yo…
<<me detuve no podía siquiera hablar me estaba asfixiando en lagrimas y dolor>>

-Eso es lo que me querías decir. Dijo cruelmente tomándome del brazo para sacarme fuera de su casa
-No... Espera no me saques escúchame. El se detuvo nuevamente y fingió no escuchar.
-Yo no suelo hacer promesas a menos que vaya a cumplirlas, pero prometo… prometo… prometo…
-¡ya cállate Fiore!…
-¡Por una vez en tu vida escúchame! Grite
-Te prometo que nunca más volveré a tu casa, no volveré a llamarte, ni a buscarte, ni a rogarte más, me alejare de tu vida y me… me… me olvidare de ti para siempre.  Hoy me voy destrozada pero algún día nos volveremos a ver y para entonces te vas a arrepentir de esto que haces hoy,  porque ya habrás entendido que no vas a encontrar a nadie que te ame la mitad o la cuarta parte de lo que yo.
<<el permaneció callado, sin decir nada, jamás se conmovió de verme llorar, parecía un ser insensible al que le habían sedado el corazón>>
-Adiós Andrés, adiós para siempre. Dije antes de irme
-Adiós


Era de noche, y soplaba el viento fuertemente una tormenta se avecinaba, yo iba caminando por la calle por pura inercia me sentía sorda, mareada, ciega, no sabía ni adonde me dirigía, me sentía muy mal, en ese momento deseaba que todo aquello fuera mentira, que todo fuera un horrible sueño; pero no era así, era tan real como  cada paso que daba en el asfalto.

Llegue a mi apartamento, me lance de una en la cama y empecé a recordar. ¿Qué había pasado? ¿Que había salido mal? Algo debería de existir para que Andrés tomara esa decisión y me tratara tan mal como lo había hecho, ¿será que yo había hecho algo? Será que habían sido rumores, o simplemente que ya no me quería…

Llore  y llore y de tanto llorar me quede dormida en la cama, cuando desperté era tardísimo y tenía que ir a trabajar me apresure a vestirme y salí casi corriendo aun así llegue tarde y me llamaron la atención.
Yo estaba a punto de recibir un ascenso, por el cual había trabajado duro durante 1 año; pero la situación en la que me encontraba complico todo. Yo lo complique.

Capítulo IV


Yo tuve que trabajar para ayudar a mis tíos con los gastos de la casa, no era justo que ellos hicieran tantos sacrificios solos.
Además teníamos muchos apuros económicos.
Paso el tiempo. Después de 2 años regrese a La Ceiba Aby me había conseguido un trabajo donde pagaban bien, ya era mayor de edad y debía aprender a valerme por mi misma mis tíos no estarían siempre ahí, aproveche la oportunidad y me fui.

Pase a vivir algún tiempo en la casa de Aby y sus padres, hasta que conseguí un lugar donde vivir.

Aby y sus padres siempre se portaron bien conmigo. Me tenían mucho aprecio.
Los conocía de siempre desde que podía recordar. Ella era mi mejor amiga.
Ellos eran de Paraguay y al tiempo regresaron a su país. A pesar de eso no perdí comunicación con ella.

La Ceiba era una ciudad pequeña, solo era cuestión de tiempo para que Andrés y yo nos encontráramos.

Después de algunos meses, sucedió, nos volvimos a ver.
Retomamos la comunicación y al cabo de poco tiempo regresamos a estar juntos.

Las cosas no sucedieron como imaginábamos. Nos amábamos pero no podíamos mantenernos de forma estable.
Discutíamos casi diariamente por cualquier tontería. Terminábamos volvíamos. Nos introducimos a ese juego de estar y no estar.
Aunque nos peleáramos, siempre regresábamos porque nos amábamos y ninguno podía estar separado del otro por mucho tiempo.

Nos habíamos acostumbrado a aquella extraña relación. Éramos tan inconstantes. Creo que todo era más un capricho por parte de ambos.
El tiempo y amistades había convertido a Andrés en un egoísta, arrogante e interesado.

Yo no tenía dinero, lo que ganaba a penas me alcanzaba para suplir mis gastos. Y eran pocos.
Mientras que el derrochaba todo lo que sus padres le daban. También  era hijo único, no tenia responsabilidades, sus padres tenían negocios bien plantados nada le preocupaba. Ya le habían construido un futuro.
En cambio yo, tenía que arreglármelas sola para sobrevivir.
Quizá por eso valoraba un poco más las cosas. A mí me costaban.

Andrés actuaba siempre como un niño, ante cualquier situación de su alrrededor. Nada le importaba, solo el mismo. Era tan egocéntrico.

Me gritaba. Me dejaba cada vez que se le antojaba; para luego andar con tantas mujeres quería.
Y solo sabía decir luego Perdóname; yo te amo.
Era la historia de siempre.

Y me lastimaba siempre con esa actitud, yo lo perdonaba siempre. Pasara lo que pasara hiciera lo que hiciera, yo siempre estaba ahí.
Pasaron dos años Andrés se volvió tan materialista. No cambio de actitud. Empeoro.

Un día le dije:
-Andrés, cuando dejaremos esta situación. Siempre es lo mismo. Yo te amo. Pero me gustaría tanto dejar este juego.
-Si amor te entiendo, yo también quiero dejar esto. Y sé que la mayor parte es mi culpa. Yo soy siempre el del problema.
<<Después de unos minutos en silencio el dijo>>

-Mira mi amor, yo no juro... pero te PROMETO que no te voy a volver a dejar y si eso pasa te JURO que a nadie voy a amar como a ti.

Y desde ese día todo cambio, las cosas mejoraron, ya no habían discusiones, comenzó a preocuparse más por mí. Todo era mejor.

Trabaje duro, alquile un apartamento mas grande, fui comprando mis cosas, ya tenía todo para vivir cómodamente.
Los días difíciles habían pasado. Con mucho esfuerzo y sacrificio los supere.

Capítulo III


 Después de la muerte de mis padres yo pase a vivir con mis tíos, ellos se hicieron cargo de mi y se convirtieron en mis segundos padres. A los 4 meses después de su muerte nos mudamos, mi tío iría a trabajar a otro departamento, fue trasladado a Choluteca así que tuve que alejarme de Andrés, ¡yo no quería!, habíamos compartido tanto tiempo juntos que para mí el estaba adherido a mi respirar.

Recuerdo esa despedida, fue muy triste ambos lloramos, pero decidimos que seguiríamos en contacto y con nuestra relación aun estando lejos. Diciendo que la distancia no importaría.

Creo que ahí radico la equivocación, pensar que ni el tiempo o distancia importaría.

Entonces antes de irme me dijo:

-amor yo no quiero alejarme de ti no quiero que te vayas pero ambos sabemos que esto es inevitable, mi amor por ti no cambiara yo esperare todo el tiempo que sea necesario, si te tengo que esperar una vida entera estoy dispuesto a hacerlo. Sé que algún día regresaras y todo estará bien.

 <<Pero nada de eso  como sucedió lo esperamos, la distancia y el tiempo afecto bastante>>
Con los días se hacía cada vez más difícil comunicarnos. Todo se complico.

Comenzó la indiferencia, yo lo llamaba y el ya no me contestaba a veces ni siquiera me regresaba la llamada, ya no me enviaba mensajes, ya no contestaba los míos.

Rompíamos, volvíamos… era toda una rutina, pero aun así el y yo seguíamos en el absurdo juego.

A veces lo llamaba y el contestaba diciéndome: <<amor permíteme un momento, yo ya te voy a llamar>> y colgaba, yo esperaba y esperaba… a veces era de noche y me quedaba despierta esperando su llamada, no quería dormirme sin decirle buenas noches, se hacía cada vez mas tarde y el sueño me dominaba pero aun así no me dormía, tenía que esperar su llamada quería esperar, solo para escuchar su voz, esa voz que durante días no había escuchado, esperaba tanto pero él nunca llamaba; así que terminaba quedándome dormida en el sofá.

Al siguiente día al despertar veía inmediatamente el teléfono esperando encontrar un mensaje suyo que dijera que lo sentía. Que al menos explicara que algo importante había pasado y le había sido imposible llamar, pero no era así, ¡no había nada!

Y así sucedía siempre, la historia de todos los días, creo que al final me termine acostumbrando a todo aquello, es que realmente lo amaba.

A veces lloraba cuando amanecía esperando una llamada que nunca llegaba, a veces me decía a mi misma: <<Cuando te importe Andrés, cuando yo te importe>>

Quizá yo también fui culpable de todo aquello ya que nunca le reclame ni exigí nada, pero entendía que el amor no se impone.

Las personas suelen hacer cosas y sin darse cuenta inocentemente lastiman a las personas que los quieren. Andrés, no hacia las cosas a propósito si no que dejo de darle la importancia de antes, se ponía a hacer otras cosas y luego olvidaba que yo estaba ahí esperando, simplemente lo olvidaba.

Andrés me amaba pero deje de importarle y cada vez era menor el tiempo que me dedicaba, pero yo seguía ahí en silencio, sin que todo aquello me importara cada vez se hacía más constante él: <<Amor estoy ocupado>>.
Pero pasara lo que pasara, yo siempre seguía ahí…

Así como estaba todo no era extraño que un día termináramos ya que nada funcionaba y cada quien siguió con su vida.

Capítulo II



Al principio todo era perfecto, pero luego comenzaron los problemas.
Al principio se resolvía todo con un lo siento y un beso, eran pequeñeces que fácilmente tenían solución, pasaban los meses y las discusiones se hacían más seguidas y algunas terminaban en rompimientos, pero lo solucionábamos y volvíamos a estar juntos.

Para mí el amor de Andrés era de lo mejor que yo tenía, a veces uno de los 2 hacia cosas que lastimaban, pero apenas éramos unos niños, y cuando eres niño los errores brotan de todos lados ya que la inmadurez está a flor de piel, y nadie nace con un manual para amar.

Debo aceptar que él estuvo a mi lado en los momentos más difíciles de mi vida, cuando me arrebataron a mis amados padres; permaneció constantemente ahí dándome fuerzas, alentándome, llorando en silencio conmigo la pena de haberlos perdido a ambos. Me ayudo a seguir, cuando sentí que me había quedado sin ese amor irremplazable, ahí estuvo dándome su mano, dándome su amor.

Un 24 de diciembre mis padres murieron en una accidente de auto, venían de Puerto Cortes camino a la Ceiba eran las 2:00 de la tarde, un conductor ebrio fue a impactar justamente al auto de mis padres, los 3 murieron al instante.

En la escuela no te preparan para ese tipo de cosas, yo aun no estaba preparada para perderlos, ellos eran todo para mí, yo nunca tuve hermanos, no imagine… no imagine nunca que morirían así.

Acababa de cumplir 17 años y me había quedado completamente sola, yo necesitaba a mis padres, no sabía que sería de mi vida sin ellos, yo no lograba entender porque morían  personas inocentes. Yo no entendía ¿porque?; quería odiar a todo el mundo, a todos los irresponsables e inconscientes que conducen ebrios, quería hacer justicia por mis manos, yo quería vengarme… odiaba con todo mi corazón a ese hombre y a su familia, odiaba todo lo que tenía que ver con ellos.

Quisieron indemnizar los daños e incluso darme dinero para que yo supliera mis gastos porque yo aun era menor de edad y dependía enteramente de mis padres. Pensaba que ellos por ser una familia adinerada creían que solucionarían todo con dinero, pero yo no quería dinero yo quería a mis padres y ni oro ni plata los haría volver.

Yo que con ansias esperaba el regreso de mis padres para compartir juntos noche buena; había recibido ese día la noticia más terrible.
Desde ese día para mí las navidades estaban muertas.

Me costó mucho comprender y aceptar que si necesitaba el dinero que la familia de aquel hombre me estaba dando, se avecinaban tantos problemas, me fue difícil; pero al final entendí que su familia no tenía la culpa, ellos no eran culpables de los actos irresponsables de aquel hombre, ellos también habían perdido a un ser querido, ellos también sufrían como yo.

Todo aquello fue producto de una inmadurez de los actos de una persona, no solo  había asesinado y acabado con su vida sino que había destrozado 2 familias enteras, y dejado a la merced en este mundo.

Después de varios años de odio sufrimiento y rencor, termine perdonando, al fin saque esa espina que estaba envenenando mi corazón, y perdone.

Es imposible olvidar todo eso que paso, pero esas son las cosas que nos hacen fuertes, yo por ser hija única, había sido mimada, consentida y puesta en una burbujita por mis padres, yo creía que en el mundo todos eran buenos, yo no había tocado realidad hasta ese momento. Con la muerte de mis padres comenzaron para mí los años más difíciles de toda mi vida, tuve que aprender a sacar agallas y luchar.

De la poca familia que yo tenía, la mayoría me dio la espalda, solo puedo contar a 6 personas que estuvieron ahí conmigo siempre incondicionalmente; mío tío, su esposa, sus 2 hijos, Aby y Andrés mi querido Andrés.

A pesar de todas las dificultades que tuvimos con Andrés, y las infinidades de problemas que cotidianamente teníamos, siempre estuvo a mi lado, dándome sus hombros para llorar, dando su mano para levantarme y seguir, nunca me dejo sola durante todo ese tiempo. Cuando yo sentía que lo había perdido todo incluso la esperanza cuando ya no encontraba consuelo lo que me quedaba era su amor.

Dos años estuvimos de novios aunque rompimos muchas veces, siempre conseguíamos solucionar los problemas y regresábamos para estar juntos, pasara lo que pasara. Realmente nos amábamos.

Todo había comenzado en un salón de clases de la escuela y por cosas de la vida tuvimos que separarnos dejando solamente una ilusión apagada en nuestros corazones, pero volvimos a reencontrarnos por una casualidad de la vida y esa ilusión volvió a encenderse y se convirtió en amor.