Recuerdo esa despedida, fue muy triste ambos lloramos, pero
decidimos que seguiríamos en contacto y con nuestra relación aun estando lejos.
Diciendo que la distancia no importaría.
Creo que ahí radico la equivocación, pensar que ni el tiempo o
distancia importaría.
Entonces antes de irme me dijo:
-amor yo no quiero alejarme de ti no quiero que te vayas pero ambos
sabemos que esto es inevitable, mi amor por ti no cambiara yo esperare todo el
tiempo que sea necesario, si te tengo que esperar una vida entera estoy
dispuesto a hacerlo. Sé que algún día regresaras y todo estará bien.
<<Pero nada de eso como sucedió lo esperamos, la distancia y el
tiempo afecto bastante>>
Con los días se hacía cada vez más difícil comunicarnos. Todo se
complico.
Comenzó la indiferencia, yo lo llamaba y el ya no me contestaba a
veces ni siquiera me regresaba la llamada, ya no me enviaba mensajes, ya no
contestaba los míos.
Rompíamos, volvíamos… era toda una rutina, pero aun así el y yo
seguíamos en el absurdo juego.
A veces lo llamaba y el contestaba diciéndome: <<amor
permíteme un momento, yo ya te voy a llamar>> y colgaba, yo esperaba y
esperaba… a veces era de noche y me quedaba despierta esperando su llamada, no
quería dormirme sin decirle buenas noches, se hacía cada vez mas tarde y el
sueño me dominaba pero aun así no me dormía, tenía que esperar su llamada
quería esperar, solo para escuchar su voz, esa voz que durante días no había
escuchado, esperaba tanto pero él nunca llamaba; así que terminaba quedándome
dormida en el sofá.
Al siguiente día al despertar veía inmediatamente el teléfono
esperando encontrar un mensaje suyo que dijera que lo sentía. Que al menos explicara
que algo importante había pasado y le había sido imposible llamar, pero no era así,
¡no había nada!
Y así sucedía siempre, la historia de todos los días, creo que al
final me termine acostumbrando a todo aquello, es que realmente lo amaba.
A veces lloraba cuando amanecía esperando una llamada que nunca
llegaba, a veces me decía a mi misma: <<Cuando te importe Andrés, cuando
yo te importe>>
Quizá yo también fui culpable de todo aquello ya que nunca le
reclame ni exigí nada, pero entendía que el amor no se impone.
Las personas suelen hacer cosas y sin darse cuenta inocentemente
lastiman a las personas que los quieren. Andrés, no hacia las cosas a propósito
si no que dejo de darle la importancia de antes, se ponía a hacer otras cosas y
luego olvidaba que yo estaba ahí esperando, simplemente lo olvidaba.
Andrés me amaba pero deje de importarle y cada vez era menor el
tiempo que me dedicaba, pero yo seguía ahí en silencio, sin que todo aquello me
importara cada vez se hacía más constante él: <<Amor estoy
ocupado>>.
Pero pasara lo que pasara, yo siempre seguía ahí…
Así como estaba todo no era extraño que un día termináramos ya que
nada funcionaba y cada quien siguió con su vida.
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